Cultivos de invierno para el huerto
El invierno nos permite cultivar una variedad no despreciable de vegetales con los que llenar nuestras neveras. La mayoría de ellos los comenzaremos a plantar en otoño, por lo que será en estos meses de frío, cuando den sus mejores frutos.
El mes de enero nos traerá berzas, coliflores, repollos, acelgas y espinacas. Será cuestión de gusto lo que decidas llevar a tu huerta. En febrero podemos añadir brécol, berenjena, remolacha, coles de Bruselas... con los que elaborar sanos y suculentos platos de alto valor nutricional. Con la mejora de las temperaturas, ya en marzo, empezaremos a cultivar patatas tempranas, acelgas, tomates, cebolletas, zanahorias y lechugas para combinar en nuestras ensaladas.
El lugar que seleccionemos para crear nuestra propia huerta debe ser soleado, de esta forma nos aseguraremos los buenos resultados. Si nuestra región es propensa a las heladas, quizás debamos tapar nuestros cultivos con plásticos para que no se estropeen, una vez que los frutos hayan empezado a aflorar. Es conveniente que no estén expuestos a fuertes rachas de viento que dificulten su crecimiento.
Preparar el terreno para el cultivo
Estas labores consisten principalmente en preparar el terreno, hacer la siembra o plantación... Algo a tener en cuenta es la rotación de cultivos. No es bueno sembrar todos los años lo mismo y en el mismo lugar. Cada cultivo necesita unos nutrientes que coge del suelo. Si siempre plantamos lo mismo, las necesidades serán también las mismas y la tierra se agotará sin poder aportar ningún beneficio.
La rotación también nos permite eliminar algunos insectos perjudiciales. La mayoría de ellos tienen un ciclo vital de un año. Si antes de que trascurra este tiempo cambiamos el cultivo, éstos morirán y evitaremos el daño para nuestros productos.
En cultivos pequeños no suelen darse plagas, por lo que no será necesario emplear ningún producto químico que perjudique la calidad de nuestros alimentos. Si vemos que en nuestra región hay una determinada plaga en una cosecha, lo mejor será que ese año nos decantemos por otro cultivo, así evitaremos el problema a la vez que daremos un respiro a la tierra.
Cavando la tierra en invierno y haciendo rotaciones lograremos la protección suficiente, que completaremos con la eliminación manual de larvas o insectos que aparezcan ocasionalmente sobre nuestras hortalizas.
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