jueves, 19 de agosto de 2010

LA AGRICULTURA ORGANICA

La definición misma de agricultura orgánica es objeto de debate. No obstante, todas las definiciones coinciden en que consiste en la aplicación de métodos de producción agrarios, biológicos y mecánicos en lugar de utilizar productos químicos sintéticos. En la mayor parte de las definiciones se menciona también la utilización de diversas técnicas que no son exclusivas de la agricultura orgánica, sino que también pueden aplicarse a sistemas de producción convencionales y que requieren pocos insumos. Estas técnicas comprenden, en particular, “prácticas agrícolas mejoradas” como, por ejemplo, medidas de conservación de los suelos, rotación de cultivos y el empleo de abono verde en lugar de practicar la corta y quema.



Reviste importancia la diferenciación entre agricultura orgánica “certificada” y “no certificada”. Un alto porcentaje de pequeños agricultores de los países de ALC no emplea insumos químicos, por lo que, en ese sentido, practica ya la producción orgánica. Sin embargo, tanto en los países industrializados como en las naciones en desarrollo ha ido en aumento la tendencia a elaborar leyes y reglamentaciones en virtud de las cuales queda protegida la utilización del término “orgánico” y otros equivalentes como “biológico” y “natural”. Con arreglo a estas leyes y reglamentaciones, los productos deben contar con una certificación expedida por organismos especializados para poder venderse como productos orgánicos, biológicos o naturales. La certificación responde a una petición de los consumidores a efectos de disponer de una definición normalizada del modo en que se ha obtenido un producto orgánico, con lo cual se evita la publicidad engañosa. De este modo no es probable que, en la práctica, los productores que no consiguen la certificación obtengan precios ventajosos al vender sus productos, aun cuando cumplan el resto de las prescripciones relacionadas con la tecnología de producción.

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