Nuevas tecnologías, Agricultura a Control Remoto
Ninguna ficción hay en esta nueva tecnología. Con un equipo mínimo y el software adecuado, un agricultor podrá auscultar su cultivo a distancia y conocer variables como temperatura, humedad, velocidad del viento, nutrientes, plagas... La ?agricultura de precisión?, basada en el rastreo satelital, permitirá eso y más. Pero existe un riesgo, sostiene el autor: la ambición desmedida de las trasnacionales podría concentrar este avance tecnológico en perjuicio de los pequeños agricultores del mundo.
ES UNA NOCHE CALIDA Y SECA. Un agricultor se encuentra a 15 kilómetros de distancia de su cultivo y se pregunta si éste necesitará irrigación. No puede darse el lujo de gastar tiempo y gasolina, pero tampoco tiene que moverse de su casa. Por Internet puede recibir datos precisos de las condiciones del tiempo y activar a distancia el sistema de riego si efectivamente su cultivo lo necesita.
En el cultivo hay numerosas estacas "separadas 10 o 20 metros unas de otras" con pequeños sensores que registran temperatura, humedad, dirección y velocidad del viento, y otras variables. En cada una hay un teléfono celular que transmite los datos cada 15 minutos y el agricultor puede revisarlos por Internet.
Dado que la ubicación física del usuario es irrelevante, el agricultor podría estar en cualquier punto del planeta: a 10 o mil kilómetros de su cultivo. La siembra podría estar en Oaxaca y el agricultor en Estocolmo (lo cual nos hace preguntar si la definición de la palabra "agricultor" no se estará estirando demasiado). También se puede programar el sistema para que la siembra sea irrigada automáticamente. ¿Ciencia ficción? No, agricultura de precisión.
La agricultura de precisión es el nombre colectivo que se da a una gama de tecnologías de punta de la informática y el monitoreo de fincas. Los alegados beneficios de este nuevo paquete tecnológico incluyen mayores rendimientos de las cosechas, mejor información para tomar decisiones en el manejo de una granja, reducción de agroquímicos y fertilizantes, aumento en los márgenes de ganancia, y reducción en la contaminación causada por actividades agrícolas.
Sus detractores temen, sin embargo, que esta nueva tecnología representa un riesgo para la agricultura sustentable y la democracia, ya que puede someter a los agricultores a nuevas formas de dependencia y establecer de facto un Estado agropolicial, gobernado por corporaciones trasnacionales. La agricultura de precisión se sirve de varias tecnologías, incluidos sistemas de información geográfica, percepción remota, telecomunicaciones, computadoras móviles, procesamiento de información, y el sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés). Este último es clave por el alto grado de exactitud geoespacial que provee.
"El término "agricultura de precisión" significa acomodar cuidadosamente el manejo de los suelos y el cultivo para ajustarlos a las diferentes condiciones encontradas en cada campo", afirma Chris J. Johannsen, del Departamento de Agronomía de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos.
Las corporaciones involucradas en este campo son al mismo tiempo fabricantes de equipo agrícola (John Deere), compañías agroquímicas (Monsanto y DowElanco), de biotecnología (Rhone Poulenc, Syngenta y Astra Zeneca) y firmas especializadas en manejo de datos, así como corporaciones con un largo historial de servicio en el complejo militar industrial y en las agencias de inteligencia estadunidenses, como Rockwell y Lockheed Martin.
Este último, gigante aeroespacial estadunidense, anuncia, por ejemplo, que puede hacer maravillas por una finca de papas de mil acres: instalar estaciones meteorológicas que reportan cada 15 minutos 13 distintos parámetros atmosféricos; 430 instrumentos para medir la irrigación; realizar mediciones de rendimientos cada tres segundos durante la cosecha; un análisis de muestras de ésta; pruebas de suelo de 18 parámetros de nutrientes; estudios de las comunidades microbiales del suelo, y mucho más. Pero aquí surge un interesante paralelo histórico. De la misma manera en que los químicos y la maquinaria de la llamada Revolución Verde en la agricultura fueron desarrollados por contratistas militares estadunidenses en la Segunda Guerra Mundial, la agricultura de precisión es en gran parte una extensión de las tecnologías militares y de vigilancia utilizadas en la Guerra Fría. De esta forma, la estrecha relación entre industria militar y agricultura industrializada continúa en el siglo XXI.
Ventajas y desventajas de los suelos ácidos
Hemos tratado antes, acerca de otros tipos de suelos, como por ejemplo suelos calizos, suelos arcillosos y hoy abordamos a los suelos ácidos. Este tipo de suelo es de una textura agradable al tacto dado que está compuesto básicamente de pequeñas y finas partículas de materia orgánica. Su permeabilidad es realmente excelente.
Como ventajas, podemos destacar que justamente por esa buena permeabilidad, no será propenso a anegarse. Por tanto ciertas especies como Hortensias, Camelias, Azalea, Rododendros y Magnolias crecerán a sus anchas, siempre que mantengas el ambiente húmedo, aún en invierno si has elegido trasladar alguna de ellas al interior de tu casa (frecuentemente azaleas).
Entre sus desventajas o inconvenientes, debo señalarte que carece de ciertos nutrientes esenciales, como calcio, fósforo y magnesio. Por el contrario presenta abundancia de hierro. Hay que vigilar el PH, por ácido que sea debe mantenerse en ciertos niveles: si tiene un PH superior a 5,5 es propenso a encharcarse y drenará mal.
Este suelo requerirá que te preocupes por sostener un aporte constante de nutrientes ácidos y riego con agua blanda. Lo mejorarás fácilmente incorporando tierra vegetal, también mezclando materia orgánica en forma de mantillo
CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS
La acción conjunta de los factores que condicionan la formación y evolución del suelo conduce al desarrollo de diferentes perfiles o tipos de suelos. La clasificación de los mismos puede basarse en criterios diversos. Entre otros, podemos citar:
• características intrínsecas del suelo, dependientes de los procesos genéticos que los desarrollan.
• propiedades del suelo como permeabilidad, salinidad, composición,... y que se relacionan estrechamente con los factores de formación.
• según su aptitud para diferentes usos, fundamentalmente agrícola.
Es frecuente realizar una primera agrupación en función del factor o factores predominantes en su desarrollo. Así, se distingue entre:
Suelos azonales: corresponden a suelos inmaduros, que se encuentran en las primeras etapas de su desarrollo por no haber actuado los factores edafogenticos durante el tiempo suficiente ( aclimácicos), en los que los caracteres predominantes son los debidos al tipo de roca madre. Son los presentes por ejemplo sobre sedimentos recientes (alócatenos), desiertos, suelos helados.
Escaso o nulo desarrollo y diferenciación de horizontes.
Suelos intrazonales: son los desarrollados bajo condiciones en que predominan los factores edafogenéticos pasivos, como roca madre, pendiente, acción humana,... Son suelos a climáticos, ya que el factor clima no es determinante en su formación, y ( climácicos).
Suelos zonales: desarrollados bajo la acción de los factores activos de formación del suelo, en especial el clima, durante el tiempo suficiente. Son, por tanto, climácicos y climáticos. Se trata de suelos maduros y bien evolucionados.
Existen numerosos sistemas de clasificación, entre los que hay que destacar:
• Thorp, Baldwin y Kellog (1938,1949). Distingue tres órdenes: suelos zonales, intrazonales y azonales, y, en cada uno de ellos, subórdenes y grupos. En esta clasificación se basan las más utilizadas tradicionalmente, como la tabla, muy resumida siguiente:
TIPOS DE SUELOS
TIPO DE SUELO Características
AZONALES Inmaduros o brutos. Horizontes mal desarrollados LITOSUELOS Delgados. Influidos por el tipo de roca madre debido a poca evolución temporal o desarrollo en grandes pendientes
REGOSOLES Sobre depósitos muy recientes: aluviones, arenas, dunas.
INTERZONALES Poco evolucionados. Condicionados por roca madre y mal drenaje RANKER Sobre rocas silíceas (granitos, gneises). Propio de climas fríos de montaña y fuerte pendiente. Suelo ácido pobre en carbonatos. Sin horizonte B
RENDSINA Sobre rocas calizas en climas diversos. Poco espesor. Sin horizonte B. Es el equivalente al anterior en terrenos calcáreos.
SALINOS Ricos en sales. Climas secos. Escasa vegetación (halófitas). Pobre en humus.
GLEY Zonas pantanosas. Horizontes inferiores encharcados en los que se acumula Fe que le da color "gris azulado"
TURBERAS Terreno encharcado con abundante vegetación y exceso de materia orgánica. Suelo ácido.
ZONALES Suelos condicionados por el clima, que ha actuado largo tiempo. Son suelos maduros, muy evolucionados. Alta lat. TUNDRA Vegetación escasa. Evolución lenta limitada al período estival.
Latitudes medias Clima frío PODSOL Tierras grises o de cenizas. Asociados a bosques de coníferas (taiga). Rico en humus bruto. Suelo ácido y arenoso
TIERRA PARDA DE BOSQUE En bosques de caducifolios. Rico en humus. Horizonte B poco desarrollado.
Climas templados MEDITERRÁNEOS Veranos secos. Asociados a bosques de encinas y arbustos. Pobres en humus y arcillosos por descalcificación de calizas. Destacan los suelos rojos mediterráneos o terra rossa.
CHERNOZIOM Tierras negras de estepa. Climas continentales. Horizonte A muy desarrollado y rico en humus y óxidos de Fe. Suelos muy fértiles.
DESÉRTICOS Poca materia orgánica, por lo que tienen un color claro. Presentan concreciones de carbonatos precipitados a partir de aguas capilares o caliches.
Latitud intertropical LATERITAS Clima ecuatorial, cálido y muy lluvioso. Intensa meterorización química: suelos de gran espesor. Carecen de horizonte A por el lavado intenso. El horizonte B presenta hidróxidos de Fe y Al. Se forma una costra rojiza muy dura.
La clasificación del USDA (United States Department of Agriculture) reconoce varios órdenes de suelos, cuyos nombres se forman anteponiendo una partícula descriptiva a la terminación –sol.
ORDEN Características
ENTISOL Casi nula diferenciación de horizontes; distinciones no climáticas: aluviones, suelos helados, desierto de arena...
VERTISOL Suelos ricos en arcilla; generalmente en zonas subhúmedas a áridas, con hidratación y expansión en húmedo y agrietados cuando secos.
INCEPTISOL
Suelos con débil desarrollo de horizontes; suelos de tundra, suelos volcánicos recientes, zonas recientemente deglaciadas...
ARIDISOL Suelos secos (climas áridos); sales, yeso o acumulaciones de carbonatos frecuentes.
MOLLISOL Suelos de zonas de pradera en climas templados; horizonte superficial blando; rico en materia orgánica, espeso y oscuro.
ALFISOL Suelos con horizonte B arcilloso enriquecido por iluviación; suelos jóvenes, comúnmente bajo bosques de hoja caediza.
SPODOSOL Suelos forestales húmedos; frecuentemente bajo coníferas. con un horizonte B enriquecido en hierro y/o en materia orgánica y comúnmente un horizonte A gris-ceniza, lixiviado.
ULTISOL Suelos de zonas húmedas templadas a tropicales sobre antiguas superficies intensamente meteorizadas; suelos enriquecidos en arcilla.
OXISOL Suelos tropicales y subtropicales, intensamente meteorizados formándose recientemente horizontes lateríticos y suelos bauxíticos.
HISTOSOL Suelos orgánicos. depósitos ogánicos: turba, lignito.... sin distinciones climáticas.
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El clima en invernaderos
Invernaderos fríos
Un invernadero frío es el más barato de mantener, ya que consiste en una estructura que sólo recibe el calor del sol.
Si es zona de inviernos fríos, la temperatura interior del invernadero será de aproximadamente 5ºC por encima de la temperatura exterior.
Este tipo de invernaderos se usa para sembrar o almacenar plantas de semillero a finales de invierno o primavera (3 ó 4 semanas por delante de la época de plantación en el exterior).
También se puede utilizar en verano y hasta principios de otoño para cultivar determinadas plantas.
En una zona de inviernos fríos también se puede emplear para guardar las plantas de exterior semi-resistentes.
Invernaderos frescos
Este tipo de invernadero puede mantener una temperatura mínima de 5-7ºC.
Estos invernaderos se calentarían durante los meses de invierno en zonas de clima frío. Puede usarse para:
• Proteger a las plantas sensibles a las heladas.
• Para cultivar plantas tres o cuatro semanas antes que en el invernadero frío.
• Para cultivos de estación templada durante el verano.
• Para cultivos de clima fresco durante el otoño e invierno.
Invernaderos templados
Este tipo de invernadero puede mantener una temperatura mínima de 13ºC con calor adicional durante el día y la noche, dependiendo de su emplazamiento.
Los costes de calefacción subirán a medida que bajen las temperaturas.
Ofrece unas buenas condiciones para el cultivo de hortalizas y de muchas plantas anuales.
Invernaderos cálidos
Este tipo de invernadero resulta ser el más caro en cuanto a su mantenimiento, ya que mantiene una temperatura mínima de 18ºC con la ayuda de calor adicional. Aunque puede resultar demasiado sofocante para muchas hortalizas, puede destinarse al cultivo de plantas tropicales y subtropicales.
Control del clima en invernaderos
Luz
• Cómo aumentar la luz:
• Orientar el invernadero. Cuando no hay otra limitación, la orientación recomendable es el eje longitudinal del invernadero de este a oeste.
• Evitar sombras
• Evitar acumulación de polvo y agua en las cubiertas y paredes
• Usar iluminación artificial con lámparas de sodio de alta presión
• Cómo reducir la luz del sol:
• Mallas de sombreo
Iluminación artificial
Malla de sombreo
Mallas de sombreo
Temperatura en invernaderos
• Cómo subir la temperatura:
• Invernadero bien cerrado, estanco.
• Cubierta de plástico térmico.
• Empleo de doble techo limita el enfriamiento nocturno. Forma una cámara de aire que amortigua el enfriamiento durante la noche; durante el día no hay diferencia en temperatura teniendo o no el doble techo, pero sí disminuye la cantidad de luz.
• Calefacción por aire caliente o agua caliente
• Cómo bajar la temperatura:
• Ventilación lateral o cenital.
• Encalado (cal o blanco España), 10 kilos en 100 litros de agua a la cubierta. Pintura blanca que cuando llega el otoño se puede lavar y eliminar. Para evitar un aumento de la temperatura, puedes encalar los cristales entre primavera y otoño y aumentar el nivel de humedad regando o mojando el suelo.
• Mallas blancas o negras. No se colocan dentro del invernadero porque se calienta mucho, sino fuera.
• Pantallas térmicas con aluminio que reflejan la radiación.
• Sistemas de refrigeración: nebulización y pantalla evaporadora (cooling system).
Temperatura en invernaderos
• Generalmente, la temperatura mínima requerida para las plantas de invernadero es de 10-15ºC, mientras que 30ºC es la temperatura máxima.
• Una diferencia de 5-7ºC entre las temperaturas diurnas y nocturnas suele resultar beneficiosa para las plantas.
• La temperatura del suelo es incluso más importante que la temperatura del aire en un invernadero, especialmente si cultivas arriates.
• Cuando la temperatura del suelo está por debajo de 7ºC, las raíces crecen más despacio y no absorben fácilmente el agua ni los nutrientes.
• Un suelo templado es muy importante para que las semillas germinen y para se desarrollen los esquejes de raíces.
• La temperatura ideal para la germinación de la mayoría de las semillas es 18-25ºC. Se puede usar un termómetro especial para suelos.
• Para mantener una temperatura agradable dentro del invernadero puede que tengamos que bajar la intensidad de la iluminación. De hecho, los problemas de sobrecalentamiento son más comunes que los de un calentamiento deficiente.
• Para impedir la entrada de los rayos de sol podemos colgar mallas de sombreo.
• En el cultivo en invernadero es difícil regular las altas temperaturas, especialmente en verano. Por tanto, es conveniente disponer de un sistema de ventilación en la cubierta o contar con una malla de sombreo (hay mallas pero puede servir el brezo o un cañizo) por fuera. También es aconsejable mojar frecuentemente el suelo del invernadero o disponer un cubo o barreño con agua para mantener la humedad alta.
Calefacción de invernaderos
• Dependiendo del emplazamiento y de las plantas que vayamos a cultivar, necesitaremos una fuente de calor adicional para complementar el que genera la radiación solar. Aunque supone un desembolso extra, nos permite alargar la época de plantación. Debemos usar la fuente de calor adicional en el momento en que se ponga el sol. Opciones:
* Instalación de tuberías de agua caliente en el perímetro interno del invernadero es un método muy empleado.
* Otra forma de hacer circular aire caliente dentro del invernadero consiste en instalar un ventilador cerca de una estufa de gas o aceite.
• Sea cual sea el sistema de calefacción que empleemos debemos asegurarnos de que tiene una buena ventilación y una entrada de aire fresco.
Ventilación de invernaderos
Apertura automática
• La ventilación es un aspecto fundamental sea cual sea el tiempo que haga. Incluso en días fríos es conveniente ventilar el interior 1 hora a mediodía para que circule el aire. O dejar toda la noche en verano con las ventanas abiertas.
• La ventilación es muy importante, tanto para expulsar el aire caliente como para hacer que circule dentro del recinto, a la hora de evitar plagas y enfermedades.
• La ventilación puede ser manual o eléctrica.
• Los respiraderos deben estar situados en posiciones bajas y elevadas para establecer un flujo de aire adecuado. Unos extractores colocados en la parte alta del invernadero ayudan a expulsar el aire más caliente (más elevado), mientras que permiten entrar aire fresco (más bajo).
• Ventila los días de buen tiempo pero cuidado con el frío nocturno.
Humedad de invernaderos
• La mayoría de las plantas prefieren una humedad relativa del aire entre el 45 y el 60%.
• Coloca un higrómetro para conocer la humedad relativa del aire.
• La humedad alta favorece la transmisión de plagas y enfermedades.
• La humedad baja podría secar las plantas.
• La transpiración de las hojas aumenta la humedad de un invernadero.
• Para evitar una humedad excesiva, debemos regar a una hora temprana por el día y sólo cuando sea necesario, asegurándonos de que contamos con una buena ventilación dentro del invernadero.
• Si el grado de humedad es demasiado bajo, podemos elevarlo mojando el suelo o vaporizando las plantas de forma periódica.
Cultivo en invernaderos
• Las plantas en invernadero necesitan más cuidados y atención que en tierra.
• Limpia a fondo las jardineras y macetas con el fin de evitar plagas y enfermedades. Por ejemplo, sumergiéndolas durante 1 hora en una solución de 1 parte de lejía y 9 partes de agua, o bien limpiándolas con detergente y agua templada.
• Una planta en una maceta demasiado pequeña sufrirá de estrés y será más vulnerable al ataque de organismos infecciosos y plagas.
• Una planta colocada en una maceta demasiado grande con toda probabilidad será regada en exceso.
• Retira hojas secas o enfermas.
• Avanzado el invierno, realiza siembras en macetas y bandejas.
• Las plantas jóvenes y de crecimiento activo necesitan una humedad constante, mientras que un cactus maduro requiere muy poca cantidad.
• Las plantas con exceso de agua se marchitan debido a que sus raíces se ahogan.
• Si notamos que la tierra está seca a 3 cm de profundidad, debemos regarla.
• No debemos convertir el riego en un hábito o hacerlo según el calendario, sino sólo cuando las plantas lo necesiten.
• En días fríos y nublados reduce el riego.
• Emplea preferentemente agua templada (18-25ºC).
• Regar por la mañana para minimizar la condensación de la superficie de las hojas cuando caiga la tarde, ya que esto podría ser una causa de enfermedades.
Abonado
• Las plantas que crecen en macetas requieren ser fertilizadas más a menudo que las que crecen en arriates, especialmente si estamos usando con ellas un sustrato para cultivos sin suelo.
• Podemos fertilizar las plantas en maceta con soluciones líquidas o disueltas en agua, o bien con pastillas fertilizantes de liberación lenta.
• Tanto si empleamos fertilizantes orgánicos como químicos, debemos elegir aquellos que contengan micro-nutrientes y seguir las indicaciones del envase.
• Se necesitan mayor cantidad de nutrientes durante el verano, que es cuando las plantas reciben más luz y calor, y menos nutrientes en invierno.
• Podemos cultivar semillas en contenedores temporales, y más tarde trasplantarlas a recipientes mayores o ya en un arriate. Así se ahorra espacio y nos permite escoger sólo las plantas más sanas.
• Limpia los cristales para que entre más luz.
Riego
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