domingo, 19 de septiembre de 2010

CULTIVO DE HIEDRA

Generalidades.

La hiedra común, Hedera Helix, es una de las pocas plantas originarias de Europa que puede cultivarse en interiores. Pertenece a la familia de las araliáceas. Sólo se conocen siete especies, de las que únicamente dos son las comúnmente empleadas como plantas de interior: H. Helix, con numerosas variedades, y H. Canariensis o hiedra canaria. Se utilizan tanto en formas colgantes como de plantas de mesa en macetas, así como de plantas de jardín.
La hiedra canaria es la que presenta las hojas de mayor tamaño; la de hojas totalmente verdes no es popular, siendo la variedad más extendida la conocida como "Gloria de Marengo", de hojas variegadas.
La mayoría de las hiedras ramifican por sí mismas; si se elimina el ápice vegetativo, la planta produce de inmediato dos o tres nuevos más abajo en el tallo. Por tanto, una buena poda hace plantas compactas y espesas, quedando alargadas y desaliñadas si se dejan si podar.


Desarrollo: la hiedra es una planta de desarrollo rápido, aunque se deben despuntar los ápices vegetativos para que éste sea más compacto. Puede crecer 30-46 cm al año.
La mayoría de las variedades de H. Helix son bastante pequeñas, aunque pueden alcanzar hasta 60 cm de longitud. Sin embargo, H. Canariensis alcanza fácilmente los 2 m de longitud en interior.
Longevidad: son plantas de vida relativamente larga y cuando se vuelven demasiado grandes o desaliñadas pueden trasladarse al exterior, debiendo realizarse el trasplante a principios de verano para que la planta tenga tiempo de aclimatarse.
Época de floración: nunca florecen en interior.

Multiplicación.
Se realiza mediante esquejes apicales del tallo de 7,5-10 cm de longitud, o mediante esquejes de uno o tres nudos con hojas. Es preferible colocarlos directamente en la maceta donde se vayan a cultivar para evitar pérdidas en el trasplante. Para H. helix se sitúan 6-8 esquejes por maceta de 11 cm y para H. canariensis, de 1 a 3. La temperatura debe mantenerse próxima a los 20 ºC y es conveniente la nebulización. La facilidad y el tiempo de enraizamiento oscilan según las variedades, con mayor rapidez para las verdes que para las variegadas.
Cultivo.

Temperatura: debe situarse entre los 12 y los 20 ºC, con valores algo superiores para las variedades variegadas.
Riego: las hiedras no deben ser regadas en exceso.
Poda: esta operación es recomendable para mantener la forma de la planta y favorecer su compacidad. Consiste en el despunte de los brotes guía una o dos veces al año.

Plagas y enfermedades

Esta planta es atacada por las típicas plagas de invernadero: cochinillas, trips y ácaros. Los tratamientos químicos se realizarán teniendo en cuenta que han aparecido casos de fitotoxicidad frente al malatio, paration, aceites minerales, etc.
Entre las enfermedades destacan las manchas foliares causadas por los hongos Xanthomonas, Colletotrichum y Alternaria, que se combaten con productos a base de cobre.

Ennegrecimiento de las hojas: generalmente se debe a un exceso de riego; debe dejarse secar y reducir posteriormente la frecuencia de los riegos.

Aparición de hojas secas: se debe a una temperatura excesiva y escasa humedad relativa.
Blanqueo de las hojas en verano: la luz solar directa provoca el palidecimiento de las hojas; debe colocarse la planta en un lugar sombreado.
Desaparición del variegado: el variegado se transforma en verde a causa de un exceso de abono y luz insuficiente. Debe dejarse de abonar la planta y llevarla a un lugar más soleado.

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