miércoles, 22 de septiembre de 2010

cultivos de cobertura

Cultivos de cobertura

Medio Rural

Los cultivos de cobertura son una de las alternativas para mantener el balance de carbono en el suelo, mejorando las propiedades físicas y la fertilidad del suelo. El monocultivo progresivo ha llevado a un empobrecimiento del suelo, a la vez que pro

Los cultivos de cobertura constituyen una alternativa sustentable, que permite equilibrar el balance de carbono en el suelo, mejorando las propiedades físicas y la fertilidad del suelo.

El crecimiento de las superficies destinadas al cultivo de la soja, potenció la rápida incorporación de la soja transgénica, asociada al sistema de siembra directa, permitiendo el cultivo en pareas marginales que limitaban la agricultura convencional. Esta intensificación productiva, sin las rotaciones adecuadas, resultó en la degradación del suelo. El cultivo de soja aporta un rastrojo rico en nitrógeno, que se descompone rápidamente, dejando poca cobertura en la superficie del terreno. Así es que la incorporación de materia orgánica es escasa, y la estructura del suelo se vuelve inestable y se endurece. El monocultivo de soja no puede contrarrestar la densificación estructural, además las raíces de la soja generan menor cantidad de bioporos que las raíces de las gramíneas (maíz, sorgo, trigo). Al cabo de varios años de monocultivo de soja, el suelo forma capas endurecidas que limitan el crecimiento de las raíces, y en ocasiones las obligan a cambiar de dirección.

Concluimos entonces que ha disminuido la cobertura de residuos sobre el suelo, esto incrementaría los procesos erosivos y el desbalance de la materia orgánica, afectando la eficiencia del uso del agua, la estructura y la fertilidad del suelo. Si se priorizan los cultivos de alto margen económico en esquemas de corto plazo, se desarrollan sistemas productivos simplificados de mayor inestabilidad productiva o ambiental.

Alternativas cultivos de cobertura:

Una alternativa es la inclusión de los cultivos de cobertura en sistemas de producción agrícola, que equilibra el balance de carbono en el suelo, mejorando las propiedades físicas y la fertilidad del suelo. Estos cultivos se instalan entre dos cultivos de cosecha para mantener la cobertura del suelo e incorporarle carbono, evitar la pérdida de nutrientes móviles y mejorar la eficacia del empleo del agua. Pueden emplearse cereales de invierno (trigo, avena y centeno), raigrás, triticale, y leguminosas como: vicia sativa, vicia villosa, tréboles, lupinos, trébol blanco, crotalaria, y vigna.

Cuando el cultivo de cobertura se usa durante varios años, se promueve un flujo continuo de carbono, al suelo superficial, por medio de la biomasa aérea, y al suelo subsuperficial, a través del aporte de las raíces. Así se incrementa el contenido de materia orgánica de los suelos. También se disminuye la pérdida de nutrientes móviles como, nitratos y sulfatos, que se da principalmente en los otoños lluviosos. Un cultivo que crece en esta época, permite capturar el nitrógeno mineral residual, que se perdería por lixiviación profunda (separación de sustancias insolubles).

1 comentario:

  1. guillermo lopez solis:
    yo pienso que este metodo es lo que deberiamos de aplicar nosotros que practicamos la agricultura, para que nuestros suelos no se agoten rapidamente sus nutrientes.

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