La Euphorbia pulcherrima es conocida como planta de interior; se aprovecha su floración navideña aunque se puede conservar durante varios años.
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Multiplicación.
La multiplicación de las variedades comerciales se realiza a partir de esquejes terminales de 6-8 cm de longitud. Para detener la pérdida de látex, que se produce al cortar recomendamos sumergir la parte seccionada en agua caliente (este látex o savia puede producir alergias al contacto). Dichos esquejes se colocan en "mini macetas" con sustrato muy poroso (turba y arena o arena sola), siendo conveniente la aplicación de hormonas para el enraizamiento (IBA o ANA) y fungicidas. Con calor de fondo (23-25 ºC), nebulización y abundante luz, el enraizamiento se produce aproximadamente a los 15 días. También es importante mantener constante la humedad en el sustrato.
Cultivo.
Temperatura: 22-25 ºC por el día y 16-17 ºC durante la noche (no conviene que descienda por debajo de 10 ºC). Para que las brácteas tengan un buen color es interesante bajar la temperatura a 17 ºC en el último período.
Humedad relativa: las hojas se desprenden en ambientes secos.
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Pinzado: se realiza cuando se puede dejar un número de nudos igual al número de brotes que se desee obtener por cada tallo.
Contenedores: se comercializan en macetas de 12-25 cm con 1-3 esquejes por maceta, formando unas 5-12 ramificaciones.
Reguladores de crecimiento: pueden aplicarse para regular la altura de la planta: clormequat (vía foliar a 1.500 ppm ó en riego a 2.500 ppm; este último más costoso, pero de formación más uniforme), ancimidol y clobutrazol. La primera aplicación se realiza tras el pinzado, cuando los brotes laterales tengan unos 4-5 cm de longitud. Posteriormente, cada 1 ó 2 semanas, según temperatura y vigor. También da buenos resultados el realizar un tratamiento con clormequat en riego y otro con daminocida vía foliar.
Plagas y enfermedades
Las plagas más comunes en esta planta son los pulgones, los ácaros, las cochinillas y, sobre todo, la mosca blanca (Trialeurodes).
Es conveniente llevar a cabo tratamientos preventivos desde el cultivo de la planta madre, contra los hongos del suelo: Rhizoctonia, Pythium, Phytophthora, Thielaviopsis y Rhizopus.
Deben prevenirse los ataques de botrytis, sobre todo a partir de la diferenciación floral y cuando se producen condensaciones durante las horas nocturnas. Los productos a base de benomilo y captan vía foliar dan buenos resultados.
Bajo condiciones de elevada humedad y temperatura durante la propagación pueden producirse ataques de bacterias (Erwinia, Corynebacterium). Durante el crecimiento se pueden presentar numerosas anomalías, entre las que destacan: clorosis, estrés hídrico, marchitamiento, estrés salino, etc. frecuentemente debido a prácticas culturales incorrectas (excesos de fertilización, inadecuada aplicación de reguladores del crecimiento, etc.).
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